Fisuras, grietas, terrazas y escombros/
la mole se irgue para tu asombro.
Señal perenne de tiempo acabado/
¿cómo olvidar el dolor por ti fraguado?
Aquellas caras de ángel hoy parecen demonios/
me desayuno con ellas, las almuerzo las ceno,
las riego, les doy sepulcro y oro.
Río soy hoy/
todo en mi pasa y nada queda:
No más odio ni rencor,
Ni ilusión, ni esperánza,
Ni amor/
que fue baleado,
Ni cariño/
que acata la condena.
Triste pero cierto,
decisión compartida:
en el otro no supimos ver el sol/
Sólo luna... luna llena.
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